El término resiliencia ha ingresado rápidamente en el vocabulario de los emprendedores debido a su poderoso significado. Esta palabra es un préstamo de la psicología y se define como “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación de adversidad”.
Este año será recordado no solo por las consecuencias producidas por la pandemia a nivel mundial, sino también por su impacto en la economía de todos los países y el dramático momento que vienen afrontando los emprendedores y empresarios para sacar adelante sus negocios.
En ese sentido, el concepto de resiliencia debe estar presente dentro de los pilares de nuestro emprendimiento como un medio que nos permita adecuarnos y anticiparnos a las demandas de un mercado cambiante, pero aún con alta demanda, y sea una señal para ver mejores oportunidades, a pesar de un panorama que nos llena de incertidumbre.
¿De qué manera puedo hacer que mi negocio sea resiliente?
El éxito de un negocio también se encuentra en cómo enfrenta los retos y los desafíos, en los que muchas veces no tiene control sobre una determinada situación del mercado. En el caso actual todo lo relacionado a la pandemia.
Una forma para activar la resiliencia en nuestros negocios es la toma de conciencia sobre este concepto, la cual debe ser transmitida, conversada, dialogada y profundizada por toda la estructura organizacional. Además, los directivos deben estar abiertos a escuchar las diversas opiniones de los colaboradores para establecer mecanismos o mejora de procesos ante un escenario que no podría favorecerlos.
De esta manera, los colaboradores también se sentirán escuchados y formarán parte de las decisiones de la organización, fortaleciendo lazos laborales y creando una mejor actitud para hacerle frente a la situación adversa.
¿Qué consideraciones debo tener para convertir la resiliencia en términos concretos?
El ser resiliente también nos permite anticipar los escenarios adversos tanto a nivel interno como externo; por ello, debemos tener en cuenta que esta actitud se materializa también en acciones concretas que no tienen un costo para la organización.
Por ejemplo, la situación de la pandemia ha permitido que muchos negocios cambien de giro comercial y aprovechen otras posibilidades. Por otro lado, otros emprendimientos han virado hacia los medios sociales como Facebook, Instagram, TikTok, entre otros, proponiendo servicios con ideas frescas y nuevas, necesarias antes estos momentos de incertidumbre.
Que la resiliencia sea una oportunidad para mejorar como organización y que este cambio no sea estresante para ningún miembro del equipo.
No debemos olvidarnos que este concepto también debe estar de la mano con la innovación y la permanente formación, ambas nos permitirán ampliar nuestros conocimientos sobre el sector en el que nos desempeñamos y nos brindará mayores luces para tomar mejores decisiones en tiempos de incertidumbre.
Finalmente, luego de pasar todas estas experiencias, las organizaciones se convertirán en instituciones más fuertes con una proyección más sólida sobre el futuro, las cuales serán lecciones para otros emprendedores que estén decididos a dejar huellas constantemente.
