Retos del gobierno de transición para el sector mype
Después de unas semanas sumamente agitadas, hemos entrado en la etapa de un nuevo gobierno de transición y, con ella, una oportunidad para reorientar los esfuerzos por sacar adelante al sector microempresario adelante, luego de un año de crisis sanitaria prolongada.
En principio y, como lo he venido precisando en otros artículos anteriores, es necesario que la Sunat dote de estabilidad económica y fiscal, en un contexto aún de pandemia. La falta de flexibilización genera un círculo de informalidad, obliga a microempresarios que ya habían realizado esfuerzos de formalización, a volver al comercio informal infinito.
Una adecuada flexibilización puede iniciar, por ejemplo, con la posibilidad de que Sunat no priorice el pago al acreedor tributario cuando las mypes hayan emitido facturas y estas no hayan sido pagadas por su cliente, dada la coyuntura de iliquidez. No es cierto que este sea un problema que se solucione con la anulación de las facturas, pues los canales de pago y la dilación de tiempo no dependen del emisor de la factura sino del cliente.
Se podría evaluar el fraccionamiento y reprogramación con período de gracia de las deudas, al igual que se exige actualmente a las instituciones financieras.
Otro punto fundamental es el fortalecimiento de la educación financiera, que disminuya la asimetría informativa existente entre instituciones de microfinanzas y las mypes. Del lado de las instituciones de microfinanzas, velar por la colocación de créditos de manera responsable, analizando el endeudamiento de sus clientes y, del lado de las mypes, fomentar el conocimiento de las diversas opciones de endeudamiento a la que accederá.
Actualmente, la manera más costosa de endeudamiento es a través de una tarjeta de crédito, precisamente, la forma más generalizada de endeudamiento del sector mype. Por lo tanto, se requiere impulsar medidas que fomenten los créditos de capital de trabajo o créditos MES (30%), en vez de aquellos créditos revolventes, como lo son las líneas de crédito a través de las tarjetas (130%).
Estos son solo algunos puntos para controlar el avance de la informalidad, que nos recibe junto al bicentenario y un gobierno de transición que tendrá el reto de estabilizar diversos ámbitos de nuestra realidad nacional con miras a las próximas elecciones.
Gloria Acosta — Gerente General de Saway